RECURSOS PARA SOPORTAR LOS DIAS DIFICILES
"Mi Dios, pues suplirá todo lo que es falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19).
La vida es lo que cada cual haga de ella. Dicho en otra forma, usted no puede cambiar las cartas que le dio la vida, pero puede decidir cómo las jugará. "Uno de los trucos de la vida consiste, más que en tener buenas cartas, en jugar bien lo que uno tiene", anota Josh Billnos. He aquí ocho recomendaciones para soportar los días difíciles.
1. Para vivir en este mundo hay que ser fuerte. Comience a desarrollar una tenacidad interna o a fortalecer su mente y su espíritu. Pablo dice: "Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos".
2. Cuando todo se ponga mal; saque su dureza, porque usted es una persona dura. Usted, aunque no lo crea, tiene mucha capacidad para soportar sufrimiento.
3. Lleno de fe, repítase constantemente esta verdad: "Dios me dotó de fortaleza". Afirmando y practicando esto, la fortaleza básica se desarrollará, de la misma forma que se desarrollan los músculos.
4. Cambie su imagen mental de débil hasta convertirla en una clara pintura de usted como fuerte. Después, grabe firmemente ese concepto en su conciencia.
La mente de toda persona está diseñada para resolver problemas por difíciles que parezcan. ¡Oblíguela a funcionar correctamente!
Piense que, ¡Nada es demasiado grande para el Dios que da sueños imposibles! Repítase continuamente: "Dios más yo es igual a una mayoría".
¡Pinte mentalmente su retrato del nuevo yo! Usted ha de cambiar. Ya está cambiando. Será la persona que siempre quiso ser. Crea esto. La fortaleza espiritual no es ningún truco; es una manifestación del poder Dios.
Descarte todas las antiguas imágenes mentales de fracaso que tenía de usted mismo. Estos retratos negativos pertenecen a la historia. Reemplácelos con el retrato que sueña para el futuro, de la persona que usted quiere llegar a ser. No permita que las equivocaciones y desilusiones del pasado dirijan y controlen su futuro.
5. Practique la técnica de verse victorioso hasta dominarla; después continúe practicándola hasta que el pensamiento creativo: "usted puede lograrlo si piensa que puede", se le quede igualmente grabado en su conciencia. Cuando usted cree y piensa que "puede", activa su motivación, compromiso, confianza, concentración y emoción, todo lo que se relaciona directamente con el logro.
6. Conviértase en un hombre realista. No importa que las cosas parezcan negras, o que verdaderamente lo sean. Levante la vista y estudie las posibilidades que siempre aparecen, pues "cada problema contiene en sí la semilla de su propia solución".
7. Crea y piense, que con la ayuda de Dios, usted podrá aguantar lo que sea, como un verdadero hombre. Usted es más grande que cualquier cosa que pueda ocurrirle.
No se desanime a pesar de lo difícil que parezca su problema, persista en la búsqueda de soluciones hasta encontrarlas. No se rinda ni se entregue nunca, pase lo que pase. La historia ha demostrado que la mayoría de los triunfadores ganaron porque se negaron a desanimarse por sus derrotas.
8. No olvide que lo que piensa, sucederá, sea bueno o malo, débil o fuerte, derrotista o victorioso. Lo que su mente puede concebir y crear, y su corazón desear, puede conseguirlo. Entonces, tenga cuidado con lo que desea: ¡Puede conseguirlo!
Se puede describir la preocupación como un espasmo, una contracción brusca inconsciente, de las emociones en el cual la mente se aferra a un pensamiento u obsesión, lo aprieta espasmódicamente, y no le deja escapar. Para romper este cerco, uno debe insinuar con suavidad, pero con firmeza, una idea más potente y saludable en la tenaza compulsiva de la mente. Esta idea más vigorosa es la fe en Dios. Cuando la fe, en lugar del temor, es la obsesión que se alienta en su mente, usted puede dominar el temor.
1. Para vivir en este mundo hay que ser fuerte. Comience a desarrollar una tenacidad interna o a fortalecer su mente y su espíritu. Pablo dice: "Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos".
2. Cuando todo se ponga mal; saque su dureza, porque usted es una persona dura. Usted, aunque no lo crea, tiene mucha capacidad para soportar sufrimiento.
3. Lleno de fe, repítase constantemente esta verdad: "Dios me dotó de fortaleza". Afirmando y practicando esto, la fortaleza básica se desarrollará, de la misma forma que se desarrollan los músculos.
4. Cambie su imagen mental de débil hasta convertirla en una clara pintura de usted como fuerte. Después, grabe firmemente ese concepto en su conciencia.
La mente de toda persona está diseñada para resolver problemas por difíciles que parezcan. ¡Oblíguela a funcionar correctamente!
Piense que, ¡Nada es demasiado grande para el Dios que da sueños imposibles! Repítase continuamente: "Dios más yo es igual a una mayoría".
¡Pinte mentalmente su retrato del nuevo yo! Usted ha de cambiar. Ya está cambiando. Será la persona que siempre quiso ser. Crea esto. La fortaleza espiritual no es ningún truco; es una manifestación del poder Dios.
Descarte todas las antiguas imágenes mentales de fracaso que tenía de usted mismo. Estos retratos negativos pertenecen a la historia. Reemplácelos con el retrato que sueña para el futuro, de la persona que usted quiere llegar a ser. No permita que las equivocaciones y desilusiones del pasado dirijan y controlen su futuro.
5. Practique la técnica de verse victorioso hasta dominarla; después continúe practicándola hasta que el pensamiento creativo: "usted puede lograrlo si piensa que puede", se le quede igualmente grabado en su conciencia. Cuando usted cree y piensa que "puede", activa su motivación, compromiso, confianza, concentración y emoción, todo lo que se relaciona directamente con el logro.
6. Conviértase en un hombre realista. No importa que las cosas parezcan negras, o que verdaderamente lo sean. Levante la vista y estudie las posibilidades que siempre aparecen, pues "cada problema contiene en sí la semilla de su propia solución".
7. Crea y piense, que con la ayuda de Dios, usted podrá aguantar lo que sea, como un verdadero hombre. Usted es más grande que cualquier cosa que pueda ocurrirle.
No se desanime a pesar de lo difícil que parezca su problema, persista en la búsqueda de soluciones hasta encontrarlas. No se rinda ni se entregue nunca, pase lo que pase. La historia ha demostrado que la mayoría de los triunfadores ganaron porque se negaron a desanimarse por sus derrotas.
8. No olvide que lo que piensa, sucederá, sea bueno o malo, débil o fuerte, derrotista o victorioso. Lo que su mente puede concebir y crear, y su corazón desear, puede conseguirlo. Entonces, tenga cuidado con lo que desea: ¡Puede conseguirlo!
Se puede describir la preocupación como un espasmo, una contracción brusca inconsciente, de las emociones en el cual la mente se aferra a un pensamiento u obsesión, lo aprieta espasmódicamente, y no le deja escapar. Para romper este cerco, uno debe insinuar con suavidad, pero con firmeza, una idea más potente y saludable en la tenaza compulsiva de la mente. Esta idea más vigorosa es la fe en Dios. Cuando la fe, en lugar del temor, es la obsesión que se alienta en su mente, usted puede dominar el temor.
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